EEUU y aliados definen próximos pasos contra Maduro
EEUU, a la cabeza del Grupo de Lima, comenzó a discutir este lunes las próximas acciones para buscar la caída del gobierno venezolano. Los asistentes dividieron opiniones entre aumentar la presión diplomática o recurrir a la alternativa militar.
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Mike Pence, recibido en Bogotá por la ministra de RREE de Colombia, Luz Stella Jara. El vicepresidente estadounidense fue la estrella de la reunión del Grupo de Lima.
Tras el fracaso en el intento de ingresar la ayuda enviada por EEUU este fin de semana, Guaidó y el vicepresidente estadounidense Mike Pence debatieron con sus aliados del Grupo de Lima, alianza de 13 presidentes latinoamericanos y Canadá.
Más diplomacia
El autoproclamado Guaidó pidió “dejar abiertas todas las opciones” contra Maduro. Aunque EEUU no descartó nunca la vía militar, en principio la alternativa parece no tener consenso dentro del Grupo de Lima. “Luchamos para que esa solución se dé en forma pacífica”, dijo el vicecanciller de Perú. De su lado, Colombia, el mayor aliado de Washington en la región, “Está solamente con la opción política y diplomática”, según su canciller Carlos Holmes Trujillo. La Unión Europea pidió igualmente “evitar una salida militar”.
Del encuentro, que concluirá este martes, participan el presidente de Colombia, Iván Duque, y sus colegas de Guatemala y Panamá, además del vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourao.
Punto para Maduro
La crisis en Venezuela vivió otro capítulo dramático el fin de semana. Los camiones con asistencia enviada por EEUU debieron replegarse y volver a Cúcuta (Colombia), tras el cierre de fronteras establecido por la Guardia Nacional Bolivariana (GNB). Dos personas murieron y cientos quedaron heridas en los límites de Venezuela con Colombia y Brasil.
Durante los disturbios, dos vehículos con insumos fueron quemados por los propios opositores a Maduro. El chavismo denuncia los planes de EEUU para lanzar una invasión militar con el pretexto de la “ayuda humanitaria”.
En medio de los continuos estallidos de violencia en las zonas limítrofes, la opción de la intervención militar contra el gobierno venezolano, que cuenta con el apoyo de Rusia, comenzó a deslizarse con más insistencia. “Vamos a presentar posiciones firmes que signifiquen una escalada en medidas diplomáticas, políticas y de uso de la fuerza”, dijo el parlamentario venezolano Julio Borges, enlace de Guaidó con el Grupo de Lima.
Punto para la oposición
Con lo ocurrido el sábado “se configuró un escenario donde podría haber una intervención de fuerza”, señaló Laura Gil, analista internacional. “La oposición venezolana se hubiese anotado un triunfo si lograba pasar la ayuda, pero ganaba todavía más si Maduro los reprimía, como lo hizo”.
Así, la salida a la crisis empieza a girar en torno a que “aquí la única manera es el uso de la fuerza. También ganó EEUU, porque de la única forma que podría justificar un uso de la fuerza, es por invitación”, añadió.
EEUU y Colombia dirigen la ofensiva
Colombia, entretanto, pretende reforzar la figura del autoproclamado Guaidó y sus alternativas para echar a Maduro. “El legítimo gobierno de Venezuela se integra formalmente al Grupo de Lima”, anunció el colombiano.
La alianza se había reunido por última vez el 4 de febrero en Ottawa. Entonces, 11 naciones pidieron un cambio pacífico de gobierno, llamaron a los militares a reconocer a Guaidó y permitir la entrada de ayuda. México, Santa Lucía y Guyana – que no reconocen a Guaidó como presidente- se marginaron del encuentro en Bogotá, al igual que Costa Rica, que sí lo reconoce.
“En el Grupo de Lima, el consenso es que hay que sacar a Maduro, pero no hay consenso en el cómo”, agregó Gil. Venezuela tiene unos 365.000 soldados y 1,6 millones de milicianos civiles. Pese a la fuerte presión, la cúpula militar se mantiene leal al gobierno.