La ONU acusa a Israel de cometer el crimen de lesa humanidad de exterminio en Gaza
El organismo advierte sobre una política sistemática de destrucción de la infraestructura civil, educativa, sanitaria y cultural en el enclave palestino.
Un informe de la Comisión Internacional Independiente de Investigación de la ONU afirma que las fuerzas israelíes cometieron crímenes de guerra y de lesa humanidad en Gaza, incluyendo exterminio, homicidio intencional, castigo colectivo y destrucción sistemática de infraestructura civil. El documento será presentado esta semana en Ginebra ante el Consejo de Derechos Humanos.
La Comisión concluyó que Israel incurrió en el crimen de lesa humanidad de exterminio al matar civiles refugiados en escuelas, y que cometió múltiples crímenes de guerra, entre ellos dirigir ataques deliberados contra civiles, lanzar ofensivas desproporcionadas y provocar destrucción sin justificación militar.
Entre octubre de 2023 y febrero de 2025, se destruyeron más del 70% de los edificios escolares de Gaza: 403 de 564 escuelas resultaron dañadas, 85 quedaron completamente arrasadas y 73 perdieron al menos la mitad de su estructura.

La ofensiva dejó sin clases a más de 650.000 niños durante al menos 18 meses. Murieron 612 docentes y 190 académicos universitarios. Más de 87.000 estudiantes universitarios vieron interrumpida su educación, y 57 edificios universitarios fueron destruidos, incluido el campus de la Universidad de Al-Azhar.
Según la Comisión, Israel aplicó una «política concertada» para desmantelar los sistemas educativo y de salud de Gaza, lo que impactará a generaciones enteras.
Objetivos culturales y religiosos, bajo fuego
También fueron documentados ataques a sitios religiosos y culturales, considerados bienes protegidos por la Convención para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado.
La Comisión investigó diez casos, incluyendo la destrucción total de la Gran Mezquita Omarí, los Baños de los Samaritanos, la mezquita de Saad al-Ghafari y el museo de la Universidad de Israel. En todos los casos, la Comisión concluyó que los ataques fueron desproporcionados y no justificables desde el punto de vista militar.
Las fuerzas israelíes también destruyeron tres sitios religiosos que servían como refugios: la iglesia de San Porfirio, la mezquita Ihya al-Sunna y la mezquita Saad al-Ghafari, con más de 200 víctimas civiles, muchas de ellas mujeres y niños.
Además, se denunciaron excavaciones arqueológicas ilegales en territorios ocupados, destinadas a justificar asentamientos y alterar el patrimonio local. La Comisión consideró que estas prácticas buscan borrar la memoria y la historia palestina.
La identidad palestina en riesgo
Según el informe, el ataque sistemático contra escuelas, hospitales, lugares sagrados y sitios patrimoniales busca erosionar la identidad colectiva palestina y socavar su derecho a la libre determinación. Las acciones de las fuerzas israelíes, sumadas a discursos oficiales que niegan la existencia del pueblo palestino, dan cuenta de una estrategia orientada a marginar sus derechos, historia y cultura.
«La destrucción física de Gaza, el desmantelamiento de su sistema educativo y los ataques contra el patrimonio cultural no sólo afectan a los palestinos hoy, sino que también ponen en peligro su futuro como pueblo», concluye el informe, que recuerda que la Corte Internacional de Justicia ya había reconocido en 2024 que Israel aplica políticas ilegales que privan a la población palestina de su derecho a desarrollarse como nación