Lady Gaga emocionó a Brasil con un espectáculo inolvidable en la playa
Lady Gaga volvió a hacer historia. En el marco del evento Mayhem on the Beach, ofreció un show multitudinario el sábado 3 de mayo en la playa de Copacabana, Río de Janeiro, ante una multitud estimada en más de dos millones de personas.
El concierto se desarrolló durante más de dos horas e incluyó una selección de sus canciones más icónicas: «Poker Face», «Judas», «Bad Romance», «Born This Way», «Alejandro», entre otras. El despliegue visual, sonoro y performático fue aclamado tanto por la crítica como por el público presente.
Uno de los momentos más impactantes de la noche se vivió cuando la cantante se acercó a una bandera de Brasil y, visiblemente emocionada, dejó caer lágrimas sobre el escenario. «Obrigada, obrigada, Brasil. I love you», expresó, provocando una ovación que retumbó en la costa carioca.
Antes de su presentación, el espectáculo fue abierto por la drag queen Pabllo Vittar, figura destacada del pop brasileño. Su actuación, marcada por coreografías enérgicas y un fuerte vínculo con el público, preparó el terreno para la llegada de la estrella internacional.
Lady Gaga volvió a confirmar su capacidad para movilizar masas con un mensaje que trasciende lo musical. Su estética irreverente, elocuente y cargada de simbolismo encontró eco en una audiencia diversa, especialmente entre jóvenes, mujeres y personas de la comunidad LGBTIQ+.
El recital formó parte de la gira de presentación de su último álbum, también titulado Mayhem, y consolidó la relación de la artista con el público latinoamericano. «Esperaron más de diez años por mí», dijo al recordar su ausencia en el país desde 2012.
A lo largo de su carrera, Gaga construyó una narrativa artística que cuestiona mitos tradicionales del pop, reivindica el deseo en todas sus formas y abraza la vulnerabilidad como potencia creativa. Esa mirada, plasmada en cada show, sigue encontrando eco global.
Brasil respondió con una presencia masiva y fervorosa que transformó a Copacabana en el centro del mundo pop por una noche. Lady Gaga, emocionada hasta las lágrimas, selló una conexión que promete extenderse mucho más allá del escenario.