El caso del nene colgado de un puente en Tucumán: tirotearon a los policías que investigan el crimen
El caso de Benjamín Amaya, el niño de 4 años que apareció colgado de un puente en Tucumán, sigue sin resolverse y en las últimas horas se abrió una nueva hipótesis luego de un ataque que sufrieron policías que investigaban en la zona.
Un grupo de uniformados recorría ayer el barrio de Jesús de Nazareth en busca de pistas cuando fueron atacados a balazos por dos sujetos que escaparon del lugar.
Los desconocidos dispararon a pocas cuadras de donde vive la familia del pequeño y uno de ellos logró ser detenido, pero los oficiales no pudieron encontrar el arma y su cómplice sigue prófugo.
La policía ahora tiene una nueva hipótesis y creen que “alguien con poder” podría estar tras el brutal homicidio del menor.
Durante los más de 5 días que lleva la investigación, una gran cantidad de vecinos han sido interrogados, pero no hay ningún testimonio que entregue alguna pista, por lo que hay una fuerte posibilidad de que hayan sido amenazados.
Además, la zona desde donde se llevaron a Benjamín es muy transitada, por lo que es prácticamente imposible que nadie haya visto nada.
Los agresores serían “soldados” de algún traficante de la zona y habrían disparado “porque su presencia afecta al negocio o porque alguien vinculado al entorno tuvo algo que ver en el homicidio del menor”, apunta La Gaceta de Tucumán.
Sobre el hecho concreto de la muerte del pequeño, los investigadores tienen la hipótesis de que el o los sujetos trataron de abusar sexualmente de Benjamín, pero como el niño se resistió y no lograron su objetivo, terminaron matándolo, ya que el pequeño sabía quienes eran y podía denunciarlos.