FMI: Macri le aseguró a Lagarde que se sobrecumplirán las metas de 2018
Con la esperanza renovada por el fuerte apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI) en la reunión del G-20, el presidente Mauricio Macri y el equipo económico apuntarán a sobrecumplir la meta de un déficit fiscal primario del 2,7% del PBI en 2018, para llegar con mayor oxígeno a la meta del 1,3% para la ley de presupuesto de 2019.
La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, volvió a respaldar ayer el programa de recortes del déficit, evaluó que «los resultados son extremadamente positivos», pronosticó la baja de la inflación y dijo que las «metas serán logradas».
En la Casa Rosada señalaron a LA NACION (que hoy publica esta nota escrita por Mariano Obarrio): «Nos encaminamos a sobrecumplir la meta fiscal del 2,7% del PBI para 2018, no sabemos por cuánto, pero a eso apuntamos». El Gobierno le adelantó esa intención a Lagarde. Según el acuerdo firmado con el FMI por un préstamo stand-by de 50.000 millones de dólares, en 2018 la inflación debe ser del 27% y en 2019, del 17%. El déficit primario (antes de pagar intereses) debe ser del 2,7% del PBI este año y del 1,3% el próximo.
En una conferencia de prensa junto con el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, en la reunión de ministros de Finanzas del G-20 en el Centro de Exposiciones y Convenciones (CEC), Lagarde dijo ayer que «la meta de inflación debe ser alcanzada» y aclaró que «esto ha sido dicho por las autoridades y es lo que hemos discutido y acordado». Ante la confusión por la traducción simultánea, el FMI aclaró que su afirmación no era en tono imperativo, sino una convicción de que la meta de inflación se logrará.
De ese modo, Lagarde resumió las reuniones que anteanoche tuvo con Dujovne y con el presidente del Banco Central, Luis Caputo, y una cena que le ofreció Macri, junto a ambos ministros más el jefe de Gabinete, Marcpos Peña. En ella participó también la primera dama, Juliana Awada. Las dos mujeres intimaron entre ellas y conversaron animadamente en francés.
La visitante elogió todos los platos ordenados por Awada: el risotto de espárragos, las entradas frías y calientes, y la trucha a la plancha con verduras grilladas. La jefa del Fondo fue secundada por su número dos, David Lipton; el director del Hemisferio Occidental, Alejandro Werner, y el encargado de Argentina, Roberto Cardarelli.
En el CEC, Lagarde le dio un fuerte respaldo a Macri y señaló que «las políticas decididas se implementan según lo planeado. Los objetivos son alcanzables. La inflación ha alcanzado un punto alto. Hubo consultas. Hablamos mucho. Se tomaron las medidas necesarias y estamos encaminados».
En tanto, altas fuentes del Gobierno confirmaron que la perspectiva de Dujovne es superar la meta fiscal fijada en el 2,7% para 2018 y así facilitar la del 1,3% de 2019, la que más preocupa al Gobierno porque implicará recortar 300.000 millones de pesos del rojo fiscal entre este año y el próximo.
Macri, Dujovne y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, apuran el acuerdo con los gobernadores: la Nación deberá ajustar 200.000 millones de pesos y las 24 provincias, unos 100.000 millones.
El déficit del 2,7% equivale hoy a 365.000 millones, mientras que uno del 1,3% sería de 175.000 millones. Si bien la diferencia son casi 200.000 millones, el recorte debe ser mayor porque la pauta de aumento de jubilaciones y prestaciones sociales de 2019, prevista sobre la inflación actual, superaría la inflación del 17% el año próximo y ello aumentaría el gasto.
«Lo importante es que el 2,7% lo vamos a cumplir 100% y seguramente lo vamos a superar. No podemos hacer estimaciones», señalaron en la Casa Rosada. Los cálculos más conservadores hablan del 2,5%, aunque podría ser más. En el primer semestre, el rojo fiscal fue del 0,8% del PBI y en igual período de 2017 había sido del 1,4%.
En la gestión de Dujovne se sobrecumplieron las metas de déficit: en 2017 era del 4,2% y el rojo terminó en 3,8%; en 2018 era del 3,2% y se redujo en marzo al 2,7%, para generar confianza a los mercados. Pero no alcanzó. Por ello se firmó el acuerdo con el FMI, y el Gobierno intentará superarla para quedar más cerca del 1,3% en 2019 y del déficit cero en 2020.
El otro objetivo del Gobierno, tras estas señales, será equilibrar el dólar en 28 o 29 pesos, para poder bajar en septiembre la tasa de política monetaria del Banco Central.
En el CEC, Lagarde subrayó que «el programa solo tiene un mes, pero claramente hubo un progreso en términos fiscales». Y agregó: «También hubo mucho progreso en política monetaria: las medidas que tomó el Banco Central han restablecido una situación con menos volatilidad y más transparencia».
Pronosticó que la economía va a «ir mejorando a inicios de 2019» y que también la inflación «va a bajar». La abogada francesa señaló: «Alentamos las políticas desarrolladas por las autoridades de la Argentina». Agregó que «los resultados son extremadamente positivos». Y dijo: «No tengo duda de que las metas serán logradas».